Cómo optimizar la tasa de conversión de tu tienda Shopify

Cómo optimizar la tasa de conversión de tu tienda Shopify

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Si tienes una tienda online Shopify con más de 100 visitas por día y quieres saber cuáles serían tus primeros pasos para conseguir que un mayor número de visitantes termine comprando, te interesa este post. 

Comencemos haciendo un fugaz repaso sobre qué entendemos por tasa de conversiónUna conversión online, no es más que una acción o transacción que te interesa que el usuario haga, cuando llegue a tu aplicación o página web. Las conversiones se miden tradicionalmente para el comercio electrónico (registros, compras,...), pero pueden ser aplicadas en otros aspectos del marketing online (inscripciones, descargas, video observado,...).

En este artículo vamos a referirnos a la tasa de conversión como el porcentaje de usuarios o visitantes que terminan realizando una compra en una única sesión. Es decir, si de cada 100 visitantes que tiene mi tienda online termina comprando 1, entonces tengo una tasa de conversión del 1%.

¿Qué tasa de conversión debería tener mi tienda online? 

Seguro que has leído en varias ocasiones frases del tipo "La tasa de conversión en el sector de la moda está entre un 1% y un 1,5%." o "En algunos negocios como por ejemplo la venta online de flores, la tasa de conversión puede estar fácilmente enter un 10 y 15% e incluso llegar en algunos momentos a estar en un 50%."

Todo esto es verdad. Los datos hay que analizarlos en contexto, pero desde luego que recopilar datos sobre la industria en la que tu negocio se encuentra puede ser información de valor si se analiza con cabeza.

Dicho esto, tanto en Los Flekis como en OHDigital, nos gusta definir la tasa de conversión óptima como aquella tasa que es mejor que la del mes anterior. Es decir, lo que hay que hacer es perseguir una mejora continua en el valor de la tasa de conversión

Recomendamos también no mirar sólo la tasa de conversión. Se puede dar por ejemplo el caso de que tu tienda online haya aparecido en los medios y eso haya hecho que recibas un aluvión de tráfico. Esto hará que tu tasa de conversión disminuya ya que no por el hecho de recibir uno aluvión de tráfico quiere decir necesariamente vienen con ganas de comprar.

En este caso, el hecho de que baje la tasa de conversión temporalmente no será algo que veamos con malos ojos. Lo que sí hay que hacer es estar preparado para aprovechar dicho aluvión de tráfico para posteriores acciones de retargeting. 

Hay también otras métricas que son igual o más importantes, como por ejemplo la facturación y la rentabilidad. Estos indicadores son en definitiva aquellos que harán que tu negocio se mueva hacia delante. 

Puede sonar raro pero ha habido casos en donde reduciendo la tasa de conversión se han obtenido más beneficios. Es decir, hay que mirar la foto en su conjunto. 

Nota: Nosotros vamos aun así a seguir con la máxima de que hay que aumentar el ratio de conversión. ;) 

¿Cómo me pongo en marcha para optimizar la tasa de conversión de mi tienda? 

Lo primero de todo es entender qué están haciendo los visitantes en tu tienda online, por ejemplo dónde se quedan parados y/o terminan yéndose, qué información puede estar faltando y en qué paso del embudo de ventas estás perdiendo a la mayoría de tus potenciales compradores.

Analiza el comportamiento de tus visitantes

Esta información la consigues realizando un análisis detallado en Google Analytics, una herramienta muy poderosa que, eso sí, hay que primero domar, configurándola de forma correcta. 

Google Analytics tiene además otra particularidad y es que te dice dónde está el problema pero no te dice por qué lo tienes. Para acerarte al por qué tienes que hacer uso de otras herramientas o procesos que te ayuden a completar la información. Te damos un par de ejemplos:

  1. Realiza una encuesta entre tus compradores. Pregunta a tus compradores cosas como si tuvieron algún momento durante la compra en donde dudaron, se sintieron frustrados o estancados y apunto de haber abandonado la compra, o cuáles eran sus mayores preocupaciones antes de comenzar la compra. Google Forms te puede ayudar con el tema de las encuestas.
  2. Habla con tu equipo de atención al cliente. El equipo de atención al cliente tiene siempre información de primera mano sobre qué opinan tus clientes sobre diferentes aspectos de tu tienda online. Aprovecha esta información de valor. Si el equipo de atención al cliente eres tu mismo, activa un servicio de chat en tu tienda online, siempre y cuando puedas atenderlo. Un servicio de chat bien utilizado es una fuente de información valiosa.
  3. Realiza pruebas de usuarios. Servicios como UserTesting o WhatUsersDo tienen a gente que realiza las tareas que tu les das (busca un modelo concreto de un tipo de producto, regístrate en el newsletter,...) mientras son grabados en vídeo, incluyendo sus palabras cuando piensan en alto, que es como tienen que hacerlo durante la prueba. Este tipo de pruebas 
  4. Analiza tanto el scroll como los clics que hacen tus visitantes. Te sorprenderá cuando encuentres que un número elevado de tus usuarios está haciendo clic en un elemento de tu tienda online en donde se supone que no hay que hacer clic. Otra sorpresa no tan grata sería el averiguar que la mayoría de tus visitantes abandona tu página habiendo hecho sólo un 50% de scroll cuando tu información más relevante la tiendas en la segunda mitad de la página.

Un escollo muy común en el camino de la compra online son los diferentes formularios a los que tu usuario se tiene que enfrentar camino del pago final, incluido el checkout. En este terreno, herramientas como Formisimo te dan un input adicional al que ya tienes de Google Analytics. 

Realiza tests A/B

Todo esto nos dice que lo primero que hay que hacer es investigar y analizar. Una vez tengas los resultados de tu investigación y siempre que tu tienda cuenta con un tráfico lo suficientemente alto como para que los resultados sean representativos, ha llegado el momento de que pongas a hacer tests A/B. 

Ya sabes que hay un potencial problema pero no sabes exactamente cómo resolverlo, es entonces cuando comienzas a hacer pruebas con diferentes versiones de contenidos (páginas de producto, emails, checkout, llamada a la acción, etc...) y vas midiendo qué versiones en cada caso son más eficientes. 

Es decir, si tienes tráfico, haz tests, tests y más tests, eso sí, con cabeza.

Mucha gente nos viene a decir que quieren tener este u otro elemento en su tienda online porque han visto que su competidor lo está usando. Nosotros recomendamos siempre no saltarse ninguna etapa del proceso, es decir, primero analizar y si tengo un problema, buscar soluciones. No por el mero hecho de que tu competidor esté haciendo las cosas de una manera, quiere decir que las esté haciendo bien. Es mas, es posible que ni siquiera haya realizado un análisis previo. No sería la primera ve que por querer tener algo que tenía tu competidor te has generado un problema que antes no tenías. 

Lo mismo ocurre con las mejores prácticas. Está muy bien conocerlas, pero hay que tener claro que una misma práctica no tiene que ser igual de buena para todas las tiendas. Conocemos casos de idénticos tests que fueron llevados a cabo en tiendas diferentes, dando resultados totalmente dispares.